En Que Creemos

Tenemos como fundamento y doctrina la siguiente declaración fe, la cual rige nuestro ministerio

1. En la Biblia únicamente, la Palabra de Dios como fundamento doctrinal que nos rige en el aprendizaje y la enseñanza. 1 Cor. 1:10; Hch. 2:42; Ef. 4:13; 2 Tim. 3:15-16..
2.En un Dios, eternamente existente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dios es Espíritu infinito, eterno e inescrutable en su ser, sabiduría, poder, santidad, justicia, bondad y verdad. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, nunca son idénticos como personas, no se confunden en sus relaciones, no se dividen con respecto a la Divinidad, ni se oponen a la cooperación. El Hijo está en el Padre y el Padre en el Hijo en cuanto a sus relaciones. El Hijo está con el Padre y el Padre con el Hijo en cuanto a compañerismo. El Padre no proviene del Hijo pero el Hijo si proviene del Padre en cuanto a autoridad. En cuanto a relación, cooperación y autoridad, el Espíritu Santo proviene del Padre y del Hijo. De aquí que ninguna persona de la divinidad puede existir u obrar separada o independiente de las otras. Jn. 5:17-30, 8:17-18; 1 Cor. 12:3-6. 1 Jn. 5:7; Mt. 28:19; Mar. 12:29; 2 Cor. 13:14.
3.En el nacimiento virginal de Cristo, su muerte vicaria y expiatoria, resurrección corporal y ascensión a los cielosSu preexistencia Jn.1:1; Col.1:16. Su nacimiento virginal Mt. 1:23; Lc. 1:31-35. Su vida inmaculada Heb. 7:26; 1 Ped. 2:22. Sus milagros Hch. 2:22; 10:38. Su obra sustitutiva en la cruz 1 Cor. 15:3; 2 Cor. 5:21. Su resurrección corporal de entre los muertos Mt. 28:6; Lc.24:39; 1 Cor. 15:4. Su exaltación a la diestra de Dios Hch. 1:9-11, 2:33; Fil. 2:9-11; Heb. 1:3.
4.En la salvación por medio de la fe en los méritos de Jesucristo. El único Salvador y Señor. Jn. 3:16; 14:6; 1 Jn. 1; Efe. 1:7. Col 1:15-20
5.En el bautismo en agua por inmersión, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Como testimonio de una limpia conciencia, y obediencia de haber aceptado a Jesucristo como Salvador Personal. Mt. 28:19; Mr. 16:16; Hch. 2:38. Mt. 3:16; Rom. 6:3-5.
6. En el poder santificador del Espíritu Santo, que obra en el creyente y puede vivir una vida santa, es un estado de gracia al cual entra el creyente al aceptar a Cristo. Su recepción es inmediata y su desarrollo progresivo. Hec. 12:14; 1 Ped. 1:15,16; 1 Cor. 6:9-11.
7. En la sanidad divina física, mental y espiritual por el poder de Dios y su palabra con base a la muerte expiatoria de Cristo. Is. 53:4-5; 1 Ped. 2:24; Sal. 107:20; Mt. 8:16-17; Sgo 5:13-14.
8.En el Bautismo en el Espíritu Santo con la evidencia inicial de hablar en otras lenguas. A todos los creyentes se les ha otorgado el privilegio de recibir el bautismo en el Espíritu Santo, Hch. 2:28; Lc. 24:49; Hch. 1:5; Mt. 3:11; Hch. 2:39; con el propósito de investirles de poder y autoridad para ser testigos por todo el mundo, Hch. 1:8 y capacitarles para desarrollar una vida fructífera y virtuosa. Jn. 16:13; Hch. 6:11. La evidencia audible y visible de hablar en otras lenguas según el Espíritu da que se hable. Hch. 2:4, 10:46, 19:6.
9. En el arrebatamiento de la iglesia que es la resurrección de los que han muerto en Cristo y su traslación, juntamente con aquellos que hayan quedado hasta la venida del Señor, es decir su iglesia fiel. Sin fijar alguna fecha para la venida del Señor ya sea con base en visiones, profecías o análisis personales. Mt. 24:36; Hch. 1:6-7; 1 Tes. 4:16,17; 2 Tes. 2:1-4; Jn. 14:3.
10.En la segunda venida y el reino milenial de Cristo como promesa escritural y esperanza del mundo, el Milenio tendrá lugar en la tierra y será en las siguientes fases: 1. La revelación de Jesucristo en gloria con sus santos. Jud. 14; Jer. 30:7; Ap. 6:12-17; 1 Tes. 4:13. 2. La salvación de Israel. Sal. 72:1-8; Rom. 11:26; Is. 65:19-25. 3. El establecimiento del reinado de Cristo sobre todas las naciones; por mil años. Zac. 14:3-5; Ap. 19:15-16.
11. En el juicio final, en el cual los impíos muertos serán resucitados y juzgados según sus obras, el diablo y sus ángeles, la bestia, el falso profeta y todo aquel que no sea hallado en el libro de la vida, serán consignados a la perdición eterna en el lago que arde con fuego y azufre, esto es la muerte segunda. Ap.20:10-15, 21:8; Mt. 25:46; Mr. 9:43-48.
12.En cielos nuevos y tierra nuevaen los cuales mora la justicia. 2 Ped. 3:13; Ap. 21:22.